-Sabemos que la fisiología pulmonar consta, principalmente, de dos movimientos: A uno le llamamos inspiración y al otro espiración (entrada y salida del aire a los pulmones, respectivamente). Estos movimientos son involuntarios y, la mayor parte del tiempo, por no decir la totalidad, inconscientes (no nos damos cuenta que estamos respirando). ¿Qué sucede para que el aire entre en nuestros pulmones, de forma natural? Lo primero es que, la musculatura que interviene en este movimiento se contrae, dando lugar al aumento de los ejes A-P, L y Vertical; el aumento de estos ejes se debe a que las costillas se elevan y el diafragma se aplana; durante el aumento de estos ejes, la caja torácica arrastra a los pulmones (los expande) mediante las pleuras, facilitando así la entrada del aire; a este movimiento se le llama activo. ¿Por qué sale el aire de nuestros pulmones? - Por el movimiento opuesto, es decir: Se relajan los músculos respiratorios, disminuyen la longitud los ejes y la caja torácica facilita la salida del aire de los pulmones; se dice que este movimiento es pasivo.
¿QUÉ SUCEDE EN LOS PACIENTES CON EPOC?
-En el tercer grado, como es mi caso, las estructuras tubulares de los pulmones (bronquios y bronquiolos, principalmente), han disminuido el diámetro interior, y sus paredes no pueden modificar dicho diámetro. ¿Cuál es el resultado de esta anomalía? – Que el aire circulante (el que entra y sale de los pulmones) está retenido en los pulmones y el paciente presenta gran dificultad respiratoria por falta de oxígeno. Como resultado añadido, se produce la tos persistente, acúmulo de secreciones, infección, fiebre, etc. ¿Qué hacer ante esta situación? – Solamente dos cosas, seguir las indicaciones del neumólogo y el autocuidado.
El AUTOCUIDADO
Lo primero es estar bien hidratado (tomar 2-3 litros de líquidos cada 24 horas), hacer el ejercicio que buenamente se pueda y trabajar con los pulmones. ¿Cómo trabajo con los pulmones? – Lo hago así: Sentado en una silla, con la espalda vertical y los brazos relajados sobre los muslos, desplazo el tronco sobre el eje A-P (àntero-posterio) , al tiempo que voy soltando el aire por la boca y cuando lo elevo tomo el aire por la nariz; con estos movimientos voluntarios, conscientes y enérgicos, sobre tórax y pulmones, trato de expulsar el aire que puedo, dejando hueco para que entre aire nuevo. Cuando tengo establecida la circulación del aire (inspiración y espiración), procuro toser enérgicamente durante la salida del aire, forzando así la expulsión de flemas y evitando la infección, así estoy durante unos 15 minutos. El resultado es muy satisfactorio. Otro dato importante que refuerza y aconseja la práctica de este ejercicio, es el siguiente: Antes de empezar, saturo a un nivel y, a los 15 minutos del ejercicio, saturo dos o tres puntos más alto. No debemos olvidar que se trata de una enfermedad crónica.
Autor- Sepeño
Fecha creación 07/01/2022
