viernes, 26 de noviembre de 2010

El Tronco Trice-6


Después de un duro entrenamiento, se merece un descanso.

El Tronco Trice-5


Este es el responsable, estudiando su...

El Tronco Trice-4


Vista integral desde otro ángulo.

El Tronco Trice-3


Vista integral del Tronco Trice, después de ser anclado.

El Tronco Trice-2

Aquí vemos el ¡¡sistema de anclaje y condución!!,

El Tronco Trici-1


Este es el ¡¡sistema de propulsión!!.

El Tronco Trice de Sepeño


Con estas imágenes, deseo que os formeis una idea, muy aproximada, de mi nueva creación. Se trata del ¡¡Tronco Trici!!, un vehículo construído con lo que he encontrado en la chatarrería. Debo decir que no tiene frenos.

viernes, 8 de octubre de 2010

Trici-5

Me está saliendo un poco "retozona".

Trici-4

Ya pasea por las cumbres.

Trici-3

Ya hace sus pinitos para subir al monte.

Trici-2

Tricicleta -1

Aquí está...

La Tricicleta de Sepeño

He tenido que hacer este invento porque, los "pelillos" de los canales semicirculares deben estar desgastados con el paso de "las horas". Para que se pueda ver con más detalle, he buscado varios ángulos. Afanaor, si te gusta la puedes copiar, pero antes debes hacerme una visita. ¡¡Salud que no falte!!.

jueves, 18 de febrero de 2010

La Lijadora

Debo confesar, y confieso, desde la humildad que nos enseña el rabo de una vaca que, desde la espantada de mi amigo el Afanaor por su deseo para conocer el Nilo, no me encuentro demasiado "telendo". Como no tenía noticias de él, decidí visitar su cabaña. Alli estaba, como de costumbre, su fiel compañera, "La Blasa". Después de los saludos pertinentes, me comentó que no tenía noticias sobre su esposo, y que se estaba temiendo lo peor...
Pude aceptar como verídica la información que me facilitó cuando reparé en el estado que tenía el jardín, una auténtica selva. Decidí quitar algunas brozas, con el permiso de "La Blasa". Como re sultado de tal actividad, "adquirí" una lumbalgia que me ha tenido doblao 4 ó 5 días. Visité el Escaparate de la vida para ver si encontraba algún remedio para mis dolencias. Por suerte me topé con un "artilugio", que se conoce con el nombre de lijadora, (permitirme me ría de estas mis "ocurrencias") y me decidí aplicar su función a mi región lumbar, eso si, después de cambiar la lija por una agradable gamuza. Como resultado de este invento diré: Bendita seas que, con tu movimiento y el calorcito que me produces, la dichosa lumbalgia ha desaparecido. ¡¡¡Hurra por la lijadora!!!.