martes, 16 de diciembre de 2008
De Trece a Quince
El nivel "Trece" debe ser considerado como un rellano, un lugar para el descanso y transformación... Mis padres deciden que aprenda un oficio y me colocan en un taller de carpintería. Aquí permanezco hasta los quince años, salvo en el período estival, que debía realizar las tareas propias del verano. Como puede comprenderse de lo expuesto, a los trece años "abandono" el colegio. El nivel alcanzado se limitaba a "las cuatro reglas" y, leer y escribir con dificultad. Quiero recordar que, en algunas ocasiones y por las noches, el señor Teófilo (esposo de Eleuteria), labrador con sus burras, nos daba clases de matemáticas ¡¡Gracias Teófilo por tu generosidad!!. Debo aclarar que, a esta situación no la considero como explotación infantil, puesto que eran las circunstancias "socio-políticas" y, en estas condiciones, cada miembro del núcleo familiar debía colaborar según sus fuerzas, para seguir caminando. Esta época se caracteriza por la explotación del hombre por el hombre, el que "comía" sobre el que no "podía" comer. Quiero entender que, esta situación es el "fruto" de la "imposición", de romper las reglas de "juego" establecidas, de la falta de respeto hacia tu semejante...De la miseria humana.
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