ATC en Villar de Cañas

-Veamos, señores y señoras, conquenses todos. Confieso que soy más ignorante que el asa un botijo, más vasto que unas bragas de esparto y que mi inteligencia es bastante limitada (digo esto para evitar, en lo posible, que alguien se pronuncie sobre la mísera condición humana que tengo que administrar). Ahora bien, esa pequeña “capacidad” que me permite conducir mi vida dentro de un aceptable grado de sociabilidad, defiende hasta la saciedad que, “tanto un individuo, como un pueblo” (entiéndase municipio), deben gozar del mayor nivel posible de LIBERTAD, pero esta LIBERTAD termina donde “empieza la del otro o, cuyo resultado final, perjudique a un tercero”. En el caso que nos ocupa y, pensando en la peligrosidad de la energía nuclear, UN MUNICIPIO NO PUEDE DECIDIR EL FURO DE LOS PUEBLOS CIRCUNDANTES. ¡¡Referéndum ya, sobre el ATC, de todos los pueblos en un radio de 50 kilómetros!! Sólo así aceptaré y respetaré el resultado, no como el que se está haciendo valer ahora. ¡¡¡No a la energía nuclear de fisión!!!