(No engañéis más al puchero, “el Azafrán de la Mancha…¡¡
el mejor del mundo entero!!”)
Cultivadores manchegos del “oro rojo”: Haciendo un análisis pormenorizado
de la situación socio-política del mundo mundial, pero más concretamente
pensando en nuestra piel de toro, “tora”, ovejo o, cabra montesa ("la otra
no vale") pero, especialmente centrándome en el estrés al que están
sometidos los riñones de los recolectores de la rosa del azafrán manchegos,
he llegado al convencimiento de que se puede recolectar la rosa del azafrán “sin
doblar el espinazo”. Para verificar que esto es cierto, podemos transformar
esos amplios patios y corrales manchegos en nuestros centros privados de
experimentación y, en una posterior etapa ("si todavía seguimos en
tratamiento"), hacer el cultivo extensivo.
El sistema que propongo para no dañar, como ya señalo antes, el aparato
generador de la orina, junto con la columna, es hacer la siembra en un tipo
que yo llamo de “mesa corrida o adosada”. Como su nombre indica,
imaginemos una mesa de 1 metro de ancho por 2 de largo (datos
orientativos) y que esta superficie es una bandeja de 20 centímetros de
profundidad donde, una vez preparado el sustrato adecuado, podemos hacer la
plantación de bulbos o cormos. Las “patas” de esta/s bandeja/s pueden hacerse
con los socorridos bloques de hormigón.
Si no puedes decir algo agradable o constructivo, mejor que no digas nada”.
-No sé de quién es este pensamiento, pero lo hago mío.
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