domingo, 1 de julio de 2012

Confesiones al viento


- Hermano Viento, tengo la sensación de que estamos inmersos en una dinámica social muy compleja; que el individuo, “célula fundamental” que da lugar a la entramada y compleja de esta sociedad llamada desarrollada, se encuentra totalmente indefenso. Podríamos organizar un “tipo de agrupación” de “células especializadas” para formar  “diferentes clases de tejidos”, éstos constituirían  los “músculos…>> órganos…>>aparatos…>> sistemas… >> estructuras”, etc., etc., cada uno con funciones muy bien diferenciadas y complementarias para satisfacer las necesidades que todo ser vivo requiere para el mantenimiento de la vida.

 

 Esta Sociedad, como todo ser vivo, es atacada por “agentes patógenos” que la hacen enfermar, e incluso, en determinadas ocasiones tiene que pasar por el quirófano donde se le extirpa o amputa parte de su “anatomía”. De seguir así, de no cambiar la tendencia, llegará el día en el que, “los conocimientos actuales de la medicina” no podrán evitar que el “paciente muera”. ¿Cómo evitar que esto suceda?...

 

Conocemos, a través de diferentes estudios, los “síntomas y signos” que sufre nuestra Sociedad, así como las causas que generaron dicho estado patológico; esto nos permite formular un diagnóstico de aproximación a la realidad social en la que estamos viviendo, sin embargo, estamos desarrollando, de forma repetitiva, conductas poco eficaces y, en no pocas ocasiones, nos desplazamos al valle de las lamentaciones.

 

Te confieso, Hermano Viento que, desde la ingenuidad de un niño y los pocos conocimientos adquiridos a lo largo de varios años, creo que estamos focalizando todas nuestras energías en la SOCIEDAD, en ese conjunto de individuos y sus peculiares formas de organizarse y relacionarse. ¿No será que la “enfermedad” que sufre la SOCIEDAD, nuestra sociedad, tiene su origen en el propio INDIVIDUO, en la naturaleza del “Ser Humano”? …Como veo que no me das respuesta orientativa, hare una excursión, a alguna de esas tribus perdidas en el corazón de la selva amazónica, buscando la respuesta a este interrogante.

 

Mientras que esto sucede, no dejaré de pensar que:

El mejor saludo es…¡¡Una sonrisa!!

No hay comentarios: